Hace un año decidí compartir mi experiencia como madre primeriza e iniciar este blog. Ha pasado un año, han pasado muchas cosas. Los cambios van más allá de adquirir la habilidad para cambiar pañales a oscuras y con una sola mano.
Categoría: Reflexiones
La gran mentira de la conciliación familiar
Conciliar en realidad es una gran mentira y lo peor es que con frecuencia nos la creemos.
Mi hijo no va a la guardería
He necesitado más de un año para comenzar a sentirme más fuerte y reconocer mi cuerpo. Y hablo sólo de lo físico porque lo psíquico merece un capítulo aparte.
También soy una madre trabajadora
Entonces un día alguien te dice "qué bien vives sin trabajar" porque "los niños de hoy es que se crían solos". Lees el hastag #madretrabajadora en alguna red social y ves perfiles de mujeres, cuyo esfuerzo es admirable, que dedican más de ocho horas diarias a un trabajo fuera de casa, cuidan a sus hijos y encima lucen estupendas. Porque lo que hoy vende es ser una súper mujer, trabajadora, productiva, deportista, amante, amiga y madre. Y tú, que pasas los días con tu bebé a cuestas en realidad es que estás disfrutando de unas vacaciones de relax.
Estar presente
Llegará un día en el que no me necesitará tanto, que hará planes sin contar conmigo y que eso me llegará a entristecer así que sería una necia si ahora desperdiciara esos preciosos momentos en los que mi atención y compañía es lo que más ansía.
Un año juntos
Cada día que pasa el amor es mayor. Me pregunto qué diablos hacía antes de tenerle. Las tardes de domingo que llegaban a hacerse aburridas y ahora el aburrimiento no tiene cabida.
Asesoras de lactancia en los hospitales ¿cuándo?
Es importantísima una asesoría correcta en las primeras horas. En los tres días que estuve ingresada me "aconsejaron" cuatro personas diferentes y lamentablemente no encontré la ayuda que necesitaba. Recuerdo especialmente a esa enfermera que irrumpió a media noche, encendió las luces y a voces me dijo que "lo estaba haciendo mal", que así mi hijo no iba a agarrarse nunca, que tenía que darle el pecho veinte minutos en una postura concreta y que me calmara, que si no me daba cuenta de cómo lloraba mi bebé. La que lloró amargamente cuando se marchó fui yo. Y mi bebé aún no tenía 24h. Demasiado pronto para sentirme así.
Lo único constante es el cambio
Mi situación familiar y personal ha cambiado desde que me convertí en madre. Mis objetivos, prioridades y necesidades se han transformado. Lo que antes me estresaba y agobiaba ahora incluso llega a darme lo mismo y esos cambios me han llevado al punto en el que hoy me encuentro. Un momento de cambio en el que necesito reordenar varios aspectos de mi vida y buscar nuevos horizontes e ilusiones.